Distinguidos huéspedes,

Señoras y Señores, amigos:

¡ Muy buenas tardes ¡

Hoy es un día especial para mí. Llegué el día anteayer por la noche a Bogotá y hace tres horas entregué a la Canciller Holguín la copia de las Cartas Credenciales, empezando de esta manera a asumir las honrosas funciones y responsabilidades que me corresponden como el undécimo Embajador de la República Popular China en Colombia. La razón que me ha motivado a venir y asumir este cargo antes del Día Nacional de mi país, es precisamente esta recepción de hoy día, que quiero aprovechar para conocer a más amigos o por lo menos dejarme ver por ustedes. Que yo sepa, todos los invitados presentes, tanto autoridades colombianas, como compañeros de distintos círculos sociales de Colombia y del cuerpo diplomático acreditados acá, son amigos de China. Y deseo, con toda sinceridad, poder tener más comunicaciones con ustedes, y seguir contando con ese apreciado apoyo que siempre han tenido la bondad de brindar a mis antecesores.

Me siento muy contento por esta oportunidad de venir a trabajar en Colombia, porque ahora las relaciones entre nuestros dos países se encuentran en el mejor momento de la historia. En los 31 años transcurridos después del establecimiento de nuestras relaciones diplomáticas, hemos venido manteniendo un intercambio frecuente de visitas de alto nivel y profundizando incesantemente nuestra confianza mutua. Hemos establecido entre ambas partes mecanismos de consultas en sectores como política, economía y comercio, agricultura, ciencia y tecnología, etc., y siempre mantenemos muy fluidas comunicaciones y cooperaciones sobre los asuntos internacionales y regionales de importancia. En el año pasado, nuestro intercambio comercial alcanzó casi 6,000 millones de dólares, 268 veces la cifra que tuvimos al establecer nuestra relaciones diplomáticas. En este momento, China ya es el segundo socio comercial de Colombia, y las grandes oportunidades de negocio en el mercado colombiano también están atrayendo cada día más atenciones de las empresas chinas. En este contexto, se puede observar en Colombia un constante ascenso del entusiasmo por conocer a China, y entre los dos países hemos trabajado mancomunadamente para establecer en Colombia 2 Institutos de Confucio y un Aula de Confucio. La éxitosa participación de Colombia en la Expo Shanghai del año pasado también ha contribuido mucho en estrechar aún más a nuestros dos pueblos.

Ayer, tuve el placer de recibir la carta de felicitación del Excelentísimo Sr. Presidente de Colombia, Dr. Juan Manuel Santos, al Excelentísimo Sr. Hu Jintao, Presidente de China, en la cual el Presidente Santos expresa a su homólogo chino las calurosas felicitaciones con motivo de la celebración del 62° Aniversario de la Fundación de la República Popular China, valora altamente las relaciones colombo-chinas, y enfatiza la importancia de las relaciones bilaterales como socios estratégicos en el Asia Pacífico.

Aprovecho la oportunidad para expresar los sinceros agradecimientos de la parte china al Sr. Presidente Santos y al Gobierno colombiano. El Gobierno chino asigna suma importancia a las relaciones con Colombia y la considera como nuestro importante socio de cooperación en América Latina. En este sentido, como el nuevo Embajador de China en Colombia, puedo sentir al mismo tiempo el honor que significa este glorioso cargo como el peso de la responsabilidad que implica. Y estoy dispuesto a esforzarme junto con todos los amigos acá presentes, por elevar nuestras relaciones a una nueva altura de desarrollo.

Señoras y Señores, amigos,

Con el rápido desarrollo de China en los últimos años, la comunidad internacional presta cada vez más atención a mi país. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para hacerles una breve presentación del desarrollo de China.

Como saben ustedes, este año en China estamos efectuando celebraciones para recordar solemnemente dos transcedentes acontecimientos en la historia comtemporánea de China. Uno es la Revolución de 1911, y el otro, la fundación del Partido Comunista de China de 90 años atrás. Hace un siglo, la Revolución de 1911, liderada por el Dr. Sun Yat-sen, arrancó el proceso de la gran revigorización del Pueblo Chino, al derribar a la Dinastía Qing y establecer el sistema republicano. Sobre esta base, el Partido Comunista de China, fundado el 1 de julio del 1921, lideró el Pueblo en su lucha incansable de 90 años, en que fundó la Nueva China y conquistó grandes logros en el desarrollo del país.

Los 62 años después de la fundación de la Nueva China, sobre todo los más de 30 años de reforma y apertura, han sido testigos de la búsqueda exitosa de un camino de desarrollo que corresponde a las situaciones específicas de China y éxitos mundialmente reconocidos en la construcción económica. El crecimiento sostenido de la economía china en las últimas 3 décadas, con una tasa anual promedia de crecimiento en 9.8%, ha elevado el PIB de China desde el nivel de 268 mil 300 millones de dólares en 1978 a 5.879 billones de dólares en 2010, conviertiéndola de un país económicamente atrasado a la segunda mayor economía del mundo. A finales del siglo pasado, el PIB per cápita de China fue apenas menos de 1000 dólares, y hoy día la cifra es 4000 dólares. Actualmente, China es el mayor país exportador y manufacturero del mundo y ocupa el segundo puesto en el ranking de importadores. Más de 200 millones de chinos se liberaron de la pobreza, y más de 80 millones de minusválidos en China han sido acomodados con trabajo y facilidades en su vida. En la coyuntura de la crisis financiera internacional, se ha destacado aún más el papel que juega China como un importante motor para el crecimiento de la economía y comercial global.

No obstante, desde otra perspectiva, el PIB per cápita de China sólo ocupa del puesto No. 95 en el ranking mundial. A pesar de que la sociedad china en su general ya es una sociedad modestamente acomodada, tenemos todavía una gran diferencia por estrechar para alcanzar a los países desarrollados y todavía tenemos un largo y sinuoso camino que recorrer.

Tanto China como Colombia están concentradas en su desarrollo, tenemos muchas similitudes y en lo económico somos altamente complementarios. A mi juicio, los dos países deben estrecharse aún más las manos, aprenderse y apoyarse mutuamente, a fin de lograr el desarrollo conjunto. Invito a todos amigos presentes a trabajar mancomunadamente con nosotros y esforzarnos juntos por unas relaciones más estrechas entre nuestros dos países.

Señoras y Señores, amigos:

Antes de finalizar, quisiera proponer un brindis,

por la paz y la prosperidad de China y Colombia,

por el satisfactorio desarrollo de nuestras relaciones,

y por la salud de todos los amigos presentes

Salud!