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China trata de coordinar su nueva campaña para desarrollo rural con el mercado mundial
2005-12-19 00:00
 

 Cuatro años después de su acceso a la Organización Mundial de Comercio (OMC), China lucha por desempeñar un papel activo en la mejora de las normas de comercio internacionales para proteger su vulnerable agricultura, entre otras cosas.

"Nos hemos fijado la meta de desarrollar un nuevo campo rural socialista, que busca incrementar la eficiencia de la agricultura y los ingresos de 900 millones de campesinos", afirmó el viceministro chino de Agricultura, Niu Dun, durante la Sexta Conferencia Ministerial, que terminó ayer en la ciudad de Hong Kong.

Se espera que la "nueva política rural", auspiciada por el Partido Comunista de China, active el mercado rural del país y acelere el desarrollo social y económico en este ámbito, que está muy rezagado con respecto a las áreas urbanas, cada vez más prósperas.

"Para lograrlo, tenemos que dirigir nuestra mirada hacia el mercado internacional en el proceso de globalización", agregó Niu.

China ha cumplido sus compromisos con el régimen del comercio internacional y presenciado el creciente comercio de productos agrícolas, que alcanzó la cifra de 51 mil millones de dólares en el 2004, 84% más que la cantidad registrada en 2001, cuando se incorporó a la OMC.

China redujo además su arancel agrícola general de 54% hasta 15,3%, y se espera que baje más, hasta llegar al 15,2% en 2006. En contraste, el arancel agrícola promedio del mundo se mantiene en 62%.

"Ningún miembro en la historia de la OMC ha realizado una reducción tan grande en tan corto periodo de tiempo, ni siquiera los países miembros desarrollados", manifestó el ministro chino de Comercio Bo Xilai, quien se encuentra en Hong Kong para asistir a la conferencia de la OMC.

Sin embargo, la agricultura china sufre sus propias desventajas, como su pequeño tamaño, pobre infraestructura, falta de tecnología e inversión, así como subvenciones extranjeras y un sistema de comercio mundial injusto, que disminuyó el crecimiento de los ingresos de sus campesinos.

Aunque los funcionarios agrícolas chinos saben muy bien que el país ha hecho grandes promesas para abrir su mercado al resto del mundo, especialmente en el sector agrícola, todavía están sufriendo el efecto por el primer déficit comercial agrícola de 2004, que alcanzó la cantidad de 5.500 millones de dólares.

"Parte del déficit fue causado por subsidios en las exportaciones extranjeras, que hicieron bajar los precios de los productos agrícolas como los cereales, el algodón y el frijol", declaró Cheng Guoquiang, un investigador del Centro de Desarrollo e Investigación del Consejo de Estado.

Estados Unidos, el mayor exportador mundial de algodón, ofreció más de 3 mil millones de dólares de subsidio para exportaciones de algodón. El Grupo Oxfam, una organización no gubernamental con sede en Hong Kong, reveló que este subsidio dejó sin trabajo a 720 mil cultivadores de algodón chinos.

Los subvenciones de la Unión Europea para las exportaciones de azúcar reducen el ingreso anual per cápita de los productores chinos de azúcar en 300 yuanes (aproximadamente 38 dólares). El ingreso per cápita de los agricultures chinos fue de 2.900 yuanes (aproximadamente 363 dólares) en 2004.

Mientras tanto, las exportaciones chinas de productos agrícolas de alta calidad como verduras, y los productos fluviales y ganaderos se excluyeron de los mercados debido a las barreras arancelarias o a las barreras comerciales no arancelarias.

"Los granjeros chinos sentirán más presión en el mercado internacional, donde el comercio agrícola es distorsionado por subvenciones o barreras comerciales", expresó Niu, explicando que se debe cambiar tal situación injusta en el proceso de negociaciones de comercio de la OMC.

Niu mencionó que China sacará el mayor provecho de las medidas de apoyo interno permitidas por las normas de la OMC, para mejorar la eficiencia y el margen competitivo de su agricultura.

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