Portada > Temas de Interés > GENTE
China se enfrenta a creciente presión laboral
2006-01-04 00:00
 

Du Xin, de 23 años de edad, pasó el último día de 2005 en su habitación de la Universidad Fudan de Shanghai, esperando ansiosamente una posible llamada para ofrecerle un empleo.

"Vine a Shanghai a buscar fortuna", afirmó Du con una sonrisa forzada. "Los graduados universitarios nos encontramos con un mercado laboral realmente adverso. Es más probable que me toque la lotería, que conseguir un trabajo satisfactorio."

Mientras que en el pasado aquellos que cursaban enseñanza superior estaban destinados a un buen empleo, en la actualidad la situación es completamente distinta. En 2005, 3.38 millones de estudiantes obtuvieron títulos universitarios, un 20 por ciento más que en 2004. Las autoridades estiman que en 2006 el número de graduados ascenderá a 4 millones.

Entre los demandantes de empleo también se encuentran 2.7 millones de estudiantes de formación profesional, 2.1 millones provenientes de la enseñanza secundaria, 700,000 ex-militares, 2.6 millones personas de zonas rurales que han obtenido permisos permanentes de residencia en las ciudades, 1 millón de despedidos de empresas estatales y los 8.4 millones que ya engrosan las listas del paro.

Las autoridades de todos los niveles están jugando un papel más activo en la promoción del empleo. Según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, China creará 9 millones de puestos en 2006 y reubicará a 5 millones de despedidos, con la intención de mantener la tasa de paro urbano en el 4.6 por ciento.

Decenas de miles de personas, muchos de ellos de avanzada edad, sin formación y sin medios, han obtenido un empleo en las principales ciudades, gracias a los empleos creados indirectamente por el gobierno.

Por otra parte, China está reforzando la diversificación de la enseñanza. El primer ministro, Wen Jiabao, anunció en noviembre que el país invertirá 10,000 millones de yuanes (1,230 millones de dólares USA) en el desarrollo de la formación profesional.

"La gran cantidad de mano de obra del país permite tener una buena competitividad en cuanto a costes laborales, lo que atrae a la inversión extranjera. Sin embargo, esto también permite que los patrones mantengan los salarios en niveles muy bajos, con la consecuente polarización económica", manifestó Li Jian, miembro de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai.

La capacidad de consumo de la mayoría de la población no ha crecido acorde con el desarrollo de la economía debido a los bajos salarios. "Sin suficiente demanda, la mayoría de los 1,300 millones de chinos seguirán siendo sólo potenciales consumidores. La ausencia de consumo interno dificultará mucho la puesta en marcha de la estrategia de innovación independiente del país", concluyó Li.

Suggest to a friend 
     Print