Planificación familiar |
2005-11-30 00:00 |
La política vigente de planificación familiar radica en el casamiento y procreación tardíos, en la limitación del número de hijos, abogando porque cada matrimonio tenga un solo vástago, y en la eugenesia. En las zonas rurales, a los matrimonios con dificultades concretas se les permite tener un segundo hijo varios años después del primero. En las regiones de minorías étnicas, de acuerdo con la voluntad propia de cada etnia, y en función de la población, de los recursos, de la economía, de la cultura y de las costumbres, existen normas diferentes: en términos generales, un matrimonio puede tener dos hijos, y en algunos lugares tres; y para los matrimonios de las etnias con muy poca población no existe ninguna limitación en cuanto al número de hijos. Gracias a la política de planificación familiar, el casamiento y procreación tardíos, la limitación del número de hijos y la eugenesia se han convertido en comportamientos habituales en el conjunto de la sociedad. La planificación familiar ha liberado a las mujeres chinas de las procreaciones frecuentes y de las pesadas cargas domésticas, y también resulta beneficiosa para la salud materna e infantil.
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